lunes, 7 de agosto de 2017

Criaturas

ATENCIÓN: El contenido que hay a continuación puede contener spoilers. Recomiendo leer el libro antes de echarle un vistazo, o usarlo para recordar qué es cada cosa mientras se está leyendo.

Akbalar 

Parecen serpientes de unos tres metros de largo, pero tienen diez pequeñas patas que les permiten deslizarse rápidamente sobre la arena, y un par de alas de buitre que les proporciona una gran velocidad, en parte gracias a su delgado y elástico cuerpo. No tienen más de un metro de alto, pero son los depredadores más temidos del aire. Su cabeza es de lagarto, maciza y cuadrada, con poderosas mandíbulas capaces de arrancar trozos de carne. Su cuerpo está bañado en una substancia viscosa que los mantiene húmedos y los protege del calor; esta también es inflamable, lo que les permite a los akbalar ir envueltos en llamas cuando bajan en picado a por grandes presas. Son extremadamente venenosos y atacan tanto por el aire como por tierra, pudiendo deslizarse velozmente por el suelo y sumergirse en la arena. 
Son criaturas sociables y se mueven en grupo, aunque no parece que tengan una jerarquía clara. Tienen su propio lenguaje, que les permite comunicarse entre ellos para planificar estrategias mientras están cazando. 
Solo se encuentran en Yeralti Vala, y viven en el oasis subterráneo, saliendo únicamente al desierto para cazar.

Akrehler 

Tienen forma de grandes escorpiones, son negros vistos desde arriba pero de un tono rojo más claro por debajo. Poseen cuatro pinzas que les permiten agarrar a sus presas y destrozarlas, y dos colas terminadas en aguijones que dan el golpe de gracia. 
Son seres solitarios generalmente, solo se reúnen cuando cazan una presa común o mientras cuidan de sus crías. Les gusta el calor del desierto y temen el agua, a pesar de que la necesitan para vivir. 
Solo se encuentran en Yeralti Vala, y solo bajan al oasis subterráneo para beber o cuando sus crías son demasiado pequeñas como para soportar el calor del desierto.

Avsil 

Es una de las criaturas creadas por Kinskalik. Se trata de una serpiente gigante, amarilla y veteada de rojo, con ocho patas de águila y ojos amarillos. Normalmente se desliza sobre el suelo con las patas replegadas a los lados, pero las apoya en el suelo para pelear y agarrar a sus víctimas antes de hacerlas pedazos. Kinskalik le dio la habilidad de presentir a los naik, fácilmente perceptibles por ser seres con dos almas en un mismo cuerpo. 
Se sabe que ha matado a muchos naik, siendo el anterior Damballa su primera presa y la más conocida, ya que había vivido más de cuatrocientos años.

Besmertny 

Son criaturas con forma antropomórfica que viven en los bosques de Vechny, en el corazón de las Tierras Pálidas. Superan con creces los dos metros de altura; tienen la piel blanca recubierta de tatuajes azules con motivos de plantas, enredaderas y flores; su cabello es plateado como los rayos de la luna, y tienden a llevarlo muy largo, liso y suelto; poseen orejas puntiagudas y un rostro alargado, de facciones suaves y delicadas. Esto, junto a su cuerpo delgado, esbelto y plano, hace que sea difícil distinguir a los hombres de las mujeres. 
Son seres pacíficos que de vez en cuando ayudan a los humanos, y que en la época de los Antiguos tuvieron, al parecer, una gran conexión con los dioses. Los soluk creen que no envejecen y que son inmortales, casi se les considera dioses menores que habitan entre los hombres.

Canavar 

Tienen forma humana, pero son criaturas de dos metros y medio de alto, piel de tonalidad verdosa o marrón, con larga cabellera despeinada y ojos oscuros y penetrantes. Suelen vestir con pieles de animales muy rudimentarias y hablan con gruñidos, por lo que la gente cree que son seres bastante estúpidos, pero saben más de lo que parece. Tienen sus propias creencias y rituales, y sus gruñidos son un lenguaje muy complejo, que al parecer solo Nabí ha podido aprender y comprender. Sin embargo, entienden la lengua humana, aunque no se llevan muy bien con los hombres por culpa de los leñadores, ya que habitan en los bosques y ellos talan los árboles. 
A pesar de su enorme fuerza y su ferocidad en combate, son criaturas amables con aquellos a quienes perciben como más débiles que ellos mismos, pero no perdonarán una invasión a su territorio. No son especialmente sociables salvo con los miembros de su propio clan, ni siquiera se juntan con los de su misma especie salvo en ocasiones concretas. Se encuentran repartidos por los bosques de Kurakarazi, en grupos de unos veinte miembros adultos.

Hombres lobo 

Fueron creados por Sidet tiempo atrás, antes de la Guerra de los Antiguos. Vivían en bosques de todo el mundo, pero tras la batalla contra los tibicenas, quedaron mermados hasta casi provocar su extinción. Ahora la última manada mora en Feryat Dag, liderada por Shade, cuyos lobos se caracterizan por su pelaje oscuro. 
Son muy territoriales y violentos, además de grandes luchadores.

Kumath 

Son parecidos a los caballos, solo que un poco más pequeños, de color arena y con crines y patas oscuras. A pesar de su tamaño, son más fuertes, resistentes y rápidos de lo que parece, y tienen la curiosa capacidad de convertirse en arena durante un tiempo limitado. 
Se mueven en manadas, obedeciendo a un macho que está siempre alerta. Sus pezuñas son muy sensibles, notarán cualquier vibración subterránea, evitando ser así sorprendidos por los akbalar cuando se sumergen bajo la arena. No son para nada violentos, al contrario, son bastante dóciles y amistosos con la gente, y preferirán huir antes que luchar a menos que no tengan otro remedio. En ese caso, se convertirán en arena y cegarán a su enemigo hasta rodearlo para después volver a su forma animal y aplastarlo con sus patas.

Kuskadin 

Son demonios exclusivamente femeninos. La parte superior de su cuerpo es de mujer, salvo que pegadas a los brazos tienen unas grandes alas de murciélago y largas uñas, casi parecidas a las de un animal. Sus patas son de reptil, al igual que su cola, y tienen la piel de un tono blanco ceniciento, casi grisáceo, lo cual combina con su cabello platino y sus ojos grises de pupilas rasgadas. 
Fueron creadas por Sidet mucho antes de la Guerra de los Antiguos, a las cuales usaba para castigar a los hombres que hacían daño a las mujeres. 
Se mueven en manada, normalmente en pequeños grupos, pero pueden formar un gran ejército si se lo proponen y colaborar entre ellas. Se alimentan de carne, usualmente humana, aunque también comen venado e incluso pescado si no tienen otra fuente de alimento, aunque lo detestan. A menudo secuestran hombres para poder reproducirse, cuyas crías nacerán siendo exclusivamente hembras. Pueden adoptar forma humana, pese a que les resulta muy incómodo. 
Tras la Guerra de los Antiguos, solo quedó con vida una manada, la cual reside en Takimadalar a las órdenes de Sidet, pero después de que los naik le vencieran, actúan por su cuenta.

Leochat 

Son demonios que habitan en el mar sobre el que se sitúan las Tierras Pálidas. Al parecer son criaturas bastante dóciles, pues los soluk tenían una fuerte relación con ellas antes de la conquista de Siyagun, utilizándolos para surcar el mar en trayectos cortos e incluso bucear. Tras ser esclavizados, los soluk que pudieron los llevaron de vuelta al océano para evitar que el invasor los asesinaran o esclavizaran, aunque hubo muchos leochat que trataron de protegerlos, muriendo en el intento. 
Un leochat nunca olvida a su jinete y le es leal a él y a su familia hasta que muere, por eso muchos de ellos se abalanzan siempre que pueden sobre los barcos de Siyagun con la esperanza de encontrarlos y llevarlos a un lugar seguro.

Naik 

Son demonios creados por Zeker; normalmente humanos que, aparte de su propia alma, albergan también la de un demonio. Esta fusión solo es posible si existe un gran equilibrio entre ambos, motivo por el que es el demonio quien escoge al humano en el que se reencarnará, el cual hereda el color de ojos de la criatura. 
Solo hay diez en el mundo, y por ahora conocemos seis: Damballa, Tegu, Galner, Guayota, Mattia y Fenrian.

Nokar 

Es una de las criaturas creadas por Dalga, se trata de una serpiente marina gigante. Fue creada durante el concurso donde participaron Dalga, Orman y Yangin para crear una criatura impresionante, pero Zehir resultó ser la ganadora debido a su capacidad para sobrevivir. Siendo así, Dalga envió a Nokar como regalo a los soluk para que protegiera aquellas tierras, momento en que estos la aceptaron y adoraron casi como a una divinidad menor, construyendo pequeños templos en las costas en su honor. 
Se desconoce si sigue con vida tras la conquista de Siyagun.

Nuberos 

Son unas extrañas criaturas con forma de nubes o niebla que pueden controlar el tiempo atmosférico, tienden crean tormentas. 
Fueron creados por Dalga, pero tras su muerte se ofrecieron a servir a Tanri, aunque tras su encierro obedecen a Kinskalik.

Nyoka 

Son las cobras gigantes que viven en los acantilados de Wadi, en la Sabana Oscura. Los chamanes de los yabani, para demostrar que están preparados para asumir su cargo como líder espiritual, deben enfrentarse a las nyoka y arrancarles las escamas suficientes para hacerse un collar con ellas sin matarlas.

Nzambi 

Son los cuerpos de las personas que han muerto. Solo aparecen si son invocados por Damballa, quien a cambio de su ayuda les permite alimentarse de las personas que maten. Al ser invocados por él, se transforman en humanos con apariencia de serpiente, siendo su cuerpo recubierto por escamas, con ojos amarillos y de pupilas rasgadas, y lengua bífida y viscosa. Se mueven a cuatro patas, pero pueden caminar sobre sus pies para atacar a sus presas. 
Son más organizados de lo que parece y colaboran entre ellos para obtener el mayor número de comida posible, comunicándose mediante la lengua de las serpientes.

Sabuesos del Zehennem 

Son los demonios que custodian las puertas del Zehennem. Se trata de lobos del tamaño de un caballo, con colas de dragón, pelaje negro brillante y ojos amarillos. Son muy numerosos en el inframundo, por lo que se turnan para vigilar la entrada, pudiendo así patrullar por los jardines o disfrutar de su propia vida cuotidiana, muchos van a cazar con Erish. Aparte de su inteligencia, fuerza, velocidad y sentidos sobrehumanos, están asociados con un fuego especial que sale de su cuerpo y que es de color violeta, el cual es tan potente que basta un ataque para arrasarlo todo. 
Son criaturas que van en grupo, muy sociables entre sí y muy leales a la familia. Si se les trata con amor y cariño, lucharán con su vida para proteger a un ser querido. Están liderados por Zehena, madre de todos ellos, y muchos han sido cuidados por Erish y cazan con ella.

Sicarios 

Son criaturas de tres metros y medio, con el pecho amplio y fuertes mandíbulas. Su pelaje oscuro es suave y brillante, parecido al de los felinos, pero su cabeza y cuerpo son de lobo, con el hocico alargado, afilados colmillos y orejas terminadas en punta. Las patas delanteras son alas de murciélago, con cuatro zarpas que les permiten ponerse a cuatro patas para correr y agarrarse a las ramas de los árboles, mientras que las membranas tienen un tono verdoso. Las patas son de dragón, fuertes para impulsarse al alzar el vuelo o para correr, cuyos dedos terminan en afiladas uñas. La cola es de serpiente, larga y poderosa, que les sirve para mantener el equilibrio o para luchar. 
Se cree que son criaturas que moran en Jembatan y que atacan a cualquiera que entre en su territorio, por lo que son temidos por todos los dioses, ya que al parecer no hay forma de matarlos. En realidad, están al servicio de un extraño ser llamado Caos, y su deber es custodiar Jembatan y evitar que nadie descubra la existencia de la Nada o de su señor.

Snegzhens 

Un temido ser de las Tierras Pálidas, aparentemente de sexo femenino y con forma de mujer que, bajo una falsa apariencia amable y maternal, secuestra a los niños para después dejarlos a su suerte en la intemperie, dejando que mueran de frío.

Sutec 

Son espíritus del agua que pueden adoptar forma de caballo. Se distinguen entre los que viven en agua dulce y en agua salada; los primeros son blancos y de naturaleza afable y amigable, de hecho, algunos eran domesticados por los soluk, mientras que los marinos son de color negro y muy territoriales y violentos. 
Se sabe que solo Iyile fue capaz de domar a estos últimos.

Tibicenas 

Tienen forma de grandes perros con espeso pelaje color ceniza y ojos rojos. Al parecer se enfrentaron con los hombres lobo durante la Guerra de los Antiguos; se les cree extintos desde entonces, aunque a juzgar por la pequeña manada que acompaña a Kafa, unos pocos lograron sobrevivir. 
Viven en grupos y son muy sociables y afectivos con aquellos a quienes conocen, pero pueden volverse feroces a la hora de protegerse entre ellos o su territorio. Tienen un fuerte sentido de la jerarquía y la lealtad, jamás se volverán contra su líder y lo defenderán con su vida; del mismo modo, este luchará hasta la muerte para proteger a su manada y mantenerla a salvo.

Vampiros 

Son criaturas con forma de murciélagos, de metro y medio de alto cuando se apoyan sobre sus patas traseras, pero las grandes alas, del doble de tamaño que su cuerpo, les hace parecer mucho más grandes. Son de color marrón oscuro, por lo que se confunden bastante bien con la oscuridad. No les gusta la luz del sol, ya que sus ojos no están adaptados a ella, pero no quiere decir que mueran por estar expuestos a la luz solar. Aun así, no tienen buena vista, como los murciélagos, se guían por ondas sonoras. 
Se mueven en manada y, aunque no parece que haya un líder concreto, colaboran entre sí para conseguir un objetivo común. A diferencia de la creencias de los hombres, se alimentan de sangre de animales, aunque la humana también les valdría. 
El fuego es el método más efectivo para matarlos, pero también se les puede apuñalar en el corazón o degollarlos. Se sabe que hay una manada viviendo en los túneles de Siginak, pero hay más manadas viviendo en otros lugares, normalmente en cuevas y lugares oscuros que los protejan de la cegadora luz del sol. Los hay por todo Tohum, aunque abundan especialmente en las Belye Ostrova, por sus escarpadas montañas, a las que el hombre no suele llegar y donde apenas brilla el sol.

Vasi 

También conocidos como guardianes, aparentemente fueron humanos que, al morir, se convirtieron en sirvientes de Tanri, aunque es un honor que les está reservado a unos pocos. Al convertirse en vasi, se les permite recordar su pasado como hombres, pero no regresar al mundo de los vivos para no interferir en la vida de sus seres queridos, aunque de vez en cuando los observan a través del ayna. Al renacer, tienen rasgos animales y les crecen alas en la espalda. 
Servían tanto a los Dioses Antiguos como Ancestrales cuando estos vivían, pero tras su muerte, se convirtieron en servidores de Tanri y lucharon contra Zeker pensando que este intentaba arrebatarle el Zennet. Ahora persiguen a los naik con el propósito de evitar que liberen al dios del Zehennem. 
Su líder actual es Kinskalik.

Zanasi 

Son criaturas que viven en las profundidades de los océanos. Tienen forma de medusa, su cabeza de campana tiene como máximo un metro de diámetro que provoca una luz blanca y azul muy brillante, y poseen muchos tentáculos en forma de hilos invisibles capaces de lanzar descargas eléctricas, paralizando así a sus víctimas y luego matándolas.

Zehir 

Es un demonio creado por Yangin. Tiene la forma de una salamandra gigante y robusta, cubierta por duras escamas que le sirven para protegerse del sol y de armas afiladas, y es de color negra con manchas amarillas. Echa llamas por los orificios nasales y expulsa nubes venenosas por la boca. No necesita comer, solo bebe una vez una gran cantidad de agua cada seis meses. 
Fue creada durante un concurso entre dioses, donde participaron también Orman y Dalga, pero ella salió vencedora. Después de eso, Yangin le encargó que protegiera la alabarda que heredaría Alev, y durante milenios permaneció en Yewatani hasta que, por ciertos acontecimientos anteriores a la Guerra Salvaje, acabó en Yeralti Vala, donde aún permanece.

Zerikte 

Son los vigilantes del Seza y están bajo el mando de Azza. Tienen una forma ligeramente antropomórfica con rasgos de dragón, poseyendo cuernos en la cabeza, patas, cola y alas de dicho animal.

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